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Audi dio a conocer la nueva versión tope de gama del A1, que no se llama RS1 sino A1 Quattro. Tiene un motor de 256 CV y 350 Nm de torque, que puestos en una carrocería del tamaño de este modelo multiplica su vivacidad y energía, para lograr un 0-100 km en sólo 5,7. Como su nombre lo indica tiene además la tracción integral clásica de la marca, detalles estéticos deportivos por doquier y el mejor equipamiento. Tanta magia no podía ser ilimitada, ya que se trata de una serie limitada de sólo 333 unidades que estarán disponibles a partir de la segunda mitad de 2012.
La casa de Ingolstadt dio origen a un auto tan chiquito como rabioso, con tracción integral y un motor descomunal. Estéticamente se destaca primero por su único color disponible, Blanco Glaciar metalizado, y techo y marcos negros. Atrás tiene un alerón de proporciones algo elevadas, cercano a lo tuning, y doble salida de escape. En los laterales raja las piedras sus llantas monotuerca de 18” también blancas y con exclusivo diseño tipo turbina, que calzan neumáticos en medida 225/35, de talón súper bajo. Tanto las pinzas de freno, como los difusores del paragolpes son negros. Y además tiene varias terminaciones en negro brillante como el marco de la parrilla y una moldura en el portón trasero. Las luces traseras de LED son polarizadas.
El motor es un TFSI 2.0 turboalimentado que entrega 256 caballos a las 6.000 vueltas por minuto y 350 Nm de torque entre las 2.500 y las 4.500 rpm. Este poderoso impulsor se unirá a una caja de cambios manual de seis marchas, que actuará de intermediario en el reparto de fuerza a las cuatro ruedas. El sistema de tracción integral es a través de diferencial central Haldex. Con esta combinación tarda 5,7 segundos en llegar a 100 km/h y alcanza una velocidad máxima de 245 km/h. Por otra parte se modificó el ESP, que es desconectable, para posibilitar una conducción más deportiva, con mínimos deslizamientos.
En su interior, es mucho más sobrio que afuera, con tapizados negros y apliques plateados. Los asientos son deportivos con apoyacabezas integrados y los tapizados de cuero tienen costuras de color rojo. La sección inferior de la consola central es de color negro brillante, y el apoyapie y los pedales son de acero inoxidable mate. El tablero tiene agujas blancas, un cuentavueltas rojo, el logotipo de quattro y la pantalla color para el sistema de información.
Estará disponible a partir de la segunda mitad del año que viene y dado que se fabricarán sólo 333 unidades, dudamos mucho que los cráneos de Ingolstadt consideren mucho la posibilidad de mandar aunque sea uno para estos alejados pagos sureños.
fotos:
http://www.tiempomotor.com/script/popup_fotos.php?pos=0
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La casa de Ingolstadt dio origen a un auto tan chiquito como rabioso, con tracción integral y un motor descomunal. Estéticamente se destaca primero por su único color disponible, Blanco Glaciar metalizado, y techo y marcos negros. Atrás tiene un alerón de proporciones algo elevadas, cercano a lo tuning, y doble salida de escape. En los laterales raja las piedras sus llantas monotuerca de 18” también blancas y con exclusivo diseño tipo turbina, que calzan neumáticos en medida 225/35, de talón súper bajo. Tanto las pinzas de freno, como los difusores del paragolpes son negros. Y además tiene varias terminaciones en negro brillante como el marco de la parrilla y una moldura en el portón trasero. Las luces traseras de LED son polarizadas.
El motor es un TFSI 2.0 turboalimentado que entrega 256 caballos a las 6.000 vueltas por minuto y 350 Nm de torque entre las 2.500 y las 4.500 rpm. Este poderoso impulsor se unirá a una caja de cambios manual de seis marchas, que actuará de intermediario en el reparto de fuerza a las cuatro ruedas. El sistema de tracción integral es a través de diferencial central Haldex. Con esta combinación tarda 5,7 segundos en llegar a 100 km/h y alcanza una velocidad máxima de 245 km/h. Por otra parte se modificó el ESP, que es desconectable, para posibilitar una conducción más deportiva, con mínimos deslizamientos.
En su interior, es mucho más sobrio que afuera, con tapizados negros y apliques plateados. Los asientos son deportivos con apoyacabezas integrados y los tapizados de cuero tienen costuras de color rojo. La sección inferior de la consola central es de color negro brillante, y el apoyapie y los pedales son de acero inoxidable mate. El tablero tiene agujas blancas, un cuentavueltas rojo, el logotipo de quattro y la pantalla color para el sistema de información.
Estará disponible a partir de la segunda mitad del año que viene y dado que se fabricarán sólo 333 unidades, dudamos mucho que los cráneos de Ingolstadt consideren mucho la posibilidad de mandar aunque sea uno para estos alejados pagos sureños.
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