Opel Insignia Sports Tourer OPC, prueba (parte 1)
Más de uno se ha quejado de que pruebo demasiado diesel, así que he aceptado gustoso el coger una unidad de prensa del Opel Insignia OPC, algo reservado a muy pocos. Después de todo, ya probé su antepasado, el Opel Vectra OPC. Como en la anterior ocasión, la carrocería es familiar (Sports Tourer o ST).
Este coche es realmente sorprendente. Se supone que es de una marca generalista, pero la impresión que da al subirse en él es más Premium que otra cosa, blanco y en botella. Cuesta 41.575 euros con esta carrocería, vaya, lo mismo que cuesta el Saab 9-3X de la prueba anterior, pues ya sé con cuál me quedo…
OPC son las siglas de Opel Performance Center, los Opel de serie más brutales. Cuando te subes en un OPC entiendes que es algo más que tuning estético. Son lobos con la misma piel que los corderos de gama baja y motor de poca potencia, y para entenderlo, os pido que me acompañéis a verlo.
Exterior
Se diferencia de cualquier otro Insignia por sus nuevas entradas de aire (Opel las llama “diente de tigre”), aletas ensanchadas, alerón trasero integrado, acabados en cromo satinado, escapes dobles y llantas exclusivas de 19 pulgadas. Esta unidad de prensa va calzada con ruedas de 20 pulgadas, opcionales.
Con gomas Pirelli P-Zero 255/35 R20 este aparentemente tranquilo coche familiar se convierte en algo a tener en cuenta en la carretera. Se ven perfectamente unos poderosos discos de freno, perforados y firmados por Brembo, que delatan que no se mueve precisamente con un CDTI de 120 CV.
De hecho, cualquiera que no esté sordo, se da cuenta enseguida. Cuando se gira la llave del contacto, emanan de los escapes un ronroneo fuerte, con presencia, delata un motor potente y refinado, de tacto deportivo. No importa dejarlo al ralentí solo por oirlo sonar, es como una nana, pero para adultos.
Curiosamente ninguno va a encontrar los antinieblas: ¡no tiene! Me llamó mucho la atención cuando fui a probarlo a las revueltas de Cotos, es algo que te puedes esperar de un Essentia pero no de un OPC. No están disponibles ni opcionalmente, es un detalle realmente curioso.
Tanto los faros de xenón con AFL Plus como los sensores de aparcamiento delanteros y traseros son opcionales, todo lo demás, viene de serie, excepto las mencionadas apisonadoras de 20 pulgadas firmadas por Pirelli. No llega a 50.000 euros con todos los extras, ni siendo full-equipe.
Se vende también como sedán y berlina, con el mismo precio, 39.725 euros, se pierde algo de versatilidad pero se gana un poquito más de deportividad, ya que el familiar es más pesado y tiene “peor” aerodinámica. El familiar es 78 mm más largo y 22 mm más alto, con la misma anchura y batalla.
Interior del Opel Insignia OPC
Ya me había subido antes en el Insignia, me pareció un coche muy bien hecho y con ajustes dignos de un segmento superior. En el OPC tienes una sensación de solidez tan contundente que no solo te parece Premium, incluso mejor que algunos Premium. Por mencionar una víctima rápida, el mismo Saab 9-3 no está tan bien hecho.
Al abrir la puerta te encuentras con un acabado más racing. El volante está recortado en su parte inferior, con las siglas OPC en la parte inferior. El tablero de instrumentos es específico, tiene pedales de aluminio y hasta el pomo del cambio es diferente. Los asientos están firmados por Recaro, y son de cuero de serie.
Las agujas del tablero de instrumento te dan la bienvenida cuando giras el contacto, haciendo su recorrido completo, como en cualquier modelo OPC. Parece que no, pero tiene una instrumentación completísima, casi todo mediante marcadores digitales. Al principio cuesta encontrar todas las opciones.
Los asientos no solo parecen deportivos, es que lo son. La parte inferior es muy adherente y minimiza el movimiento de los pasajeros. Quienes han ido de copiloto me han dicho que se les ha quedado el culo encajado y que en todo momento han ido muy bien sujetos, además, les parecieron cómodos.
Desde luego por delante lo son, pero en la parte trasera, ojalá no te des ningún golpe contra el asiento porque es prácticamente un armazón duro, forrado de cuero. Aviso que si das con las rodillas, te puedes hacer daño. No es muy diferente en ese sentido a cualquier otro asiento de tipo báquet.
En la parte trasera también hay buena sujección, pero para los ocupantes laterales. El del centro, como suele pasar en este segmento, va incómodo y poco sujeto, no hay espacio para más. Además, este asiento va más elevado, es para el pasajero de menor estatura, con 1,70 metros ya rozas el techo.
El puesto del conductor me ha parecido muy bien resuelto, podía dejarlo totalmente a mi gusto y mediante ajustes eléctricos (eso ya no viene de serie). La sensación de calidad que me inspiraron fue realmente buena, como ya he dicho, digno de un segmento superior. Hasta daba gusto acariciarlos.
Cuesta mucho encontrar defectos de acabado, y si encuentras alguno, te parece muy poco relevante. A su lado, el Opel Vectra OPC era un coche de una calidad claramente inferior. Por ejemplo, si se abre la guantera de la izquierda, ves cables. Hay a quien eso le importa un pimiento.
Si circulamos en modo tranquilo (Normal y Sport) la instrumentación es blanca, pero pulsando el botón OPC se vuelve roja, para recordar al conductor que el coche pasa a ser un poquito más… chungo. El comportamiento cambia, pero eso os lo cuento más bien en la segunda parte.
El motor 2.8 V6 es muy refinado, igual demasiado, aunque no está tan camuflado como el 4.2 V8 del Audi S4 (B7). El ronroneo del escape es perceptible siempre, incluso circulando a 1.500 RPM en avenidas largas. Algunos pasajeros lo han tildado de molesto, concretamente, mujeres sin gusto por este tipo de coches.
Como experiencia de conducción está realmente bien. Aparenta ser un coche más caro, y cuando se le coge el tacto a los pedales y a la forma de acelerar, su suavidad y finura nos deleitan cuando queremos eso, pero cuando queremos que saque carácter no va a decepcionarnos. Eso sí, que nadie espere algo radical.
Aunque el Vectra OPC era menos potente, psicológicamente se notaba más que en el Insignia. La nueva generación de la berlina Opel está muy bien aislada, el salto cualitativo desde el Vectra es considerable y no se llevan tantos años. Han sabido hacer un coche realmente bueno, todo un caramelo para el paladar.
El equipo de música me convenció, pero hay que decir que llevaba un equipo de sonido Infiniti opcional, muchísimo más económico que otras soluciones análogas en rivales Premium. Pasó la prueba de la Máxima FM sin problemas, suena bien y no se llena el coche de ruidos parásitos.
Debido al aislamiento que tiene, resulta complicado valorar la velocidad a la que se circula sin mirar el velocímetro analógico o el digital. Reconozco que es posible despistarse un poco, pero tampoco iremos a 200 km/h sin darnos cuenta. Es cuestión de acostumbrarse, como cualquier otro coche.
Respecto al Saab 9-3X, que lo probé justo antes, me pareció hasta más ruidoso que el Opel, y el nivel de confort, prácticamente el mismo. La suspensión y los neumáticos de un coche y otro no se diseñaron para el mismo propósito, pero se pueden hacer viajes largos con bastante comodidad en el Insignia OPC (para ser un modelo deportivo).
Pasemos al maletero. El familiar tiene la capacidad de carga más grande de la gama Insignia. Lo he cargado con el equipaje de cinco personas, muy abundante, y cupo todo perfectamente. En los laterales no hay compartimentos adicionales, sino accesos a cables para pequeñas reparaciones.
Observad las placas metálicas del final, le dan un toque de distinción sobre la típica pieza de plástico sosa y negra. Si levantamos el falso piso no encontraremos una rueda de repuesto, sino un kit de reparación de pinchazos. No quiero imaginarme lo que cuesta levantar una rueda de 20 pulgadas hinchada…
Son 540 litros, 10 más que la berlina y 40 más que el sedán. La capacidad máxima de carga es 1.530 litros. Estamos hablando de un modelo de tracción total, como todos los Insignia OPC, y además tiene un depósito grande, de 70 litros. No pierde capacidad de carga respecto a los Insignia de tracción delantera.
Opel Insignia Sports Tourer OPC, prueba (parte 2)
Veo que a más de uno se le han puesto los dientes tan largos como las tomas de aire del Insignia OPC en la primera parte. Pues ahora viene lo más interesante, y es cómo se conduce este coche. Su carta de presentación es un motor V6 Turbo de 325 CV, el segundo Opel de serie más potente de la Historia.
El Insignia OPC nos promete sensaciones fuertes, pero también depende con qué rival le comparemos. Respecto al Vectra OPC he notado diferencias notables, el modelo anterior iba mucho más descontrolado, pero la tracción total adaptable ha hecho maravillas, haciendo al Insignia muy dócil y seguro.
Por otra parte, si le comparamos con dos referentes en su categoría, el Audi S4 Avant 3.0 TFSIquattro y el BMW 335i xDrive Touring, el Opel no sale muy bien parado. Eso sí, en cuanto a precio, no hay discusión posible, el Opel gana por paliza a sus rivales de segmento Premium. Y de generalistas mejor no hablemos…
Motor 2.8 V6 Turbo
Este bloque transversal ya es conocido tanto en Opel como en Saab. Antes del Insignia, le vimos dar 280 CV en el Opel Vectra OPC y en el Saab 9-3 Turbo X. En el Insignia, sube a 325 CV de potencia, con un par máximo de 435 Nm entre 1.900 y 4.000 RPM. El consumo no es bajo,homologa 11,7 l/100 km de gasolina.
No tiene inyección directa todavía, cuando es tecnología que otros motores gasolina de General Motors sí tienen, incluidos algunos V6 americanos. Está sobrealimentado por turbocompresor y es de los que te pide caldito de 98 octanos, ese que tanto duele echar al precio que está.
El motor embiste a una caja manual de seis relaciones, y de ahí a un sistema de tracción total adaptable con diferencial trasero activo (e-LSD), que reparte la fuerza mediante multiembragues en el momento que se necesita. Solo se vende con tracción total, que es lo suyo para un coche de este tipo. Así la potencia es más controlable.
Conducción y dinámica
El Insignia tiene un problema muy grande, y es su peso. Estando más cerca de los 1.800 kg que de los 1.600 kg, rivales de menos potencia, como el BMW 335i xDrive Touring, se lo meriendan en aceleración 0-100 km/h, la diferencia es significativa (y el BMW rinde 306 CV, pesa casi lo mismo y su motor ofrece menos par máximo).
Por otra parte, tanto el 335i xDrive como el S4 tienen motores más sofisticados y mejores medidas de eficiencia energética, por eso sus rivales bajan de 10 l/100 km y encima son más rápidos. De todas formas, con la diferencia de precio, el OPC ya puede consumir lo que quiera que eso deja de importar.
Otro “problema” que tiene es que la curva de par no es muy plana. Entrega el 100% del par en un margen de RPM menor al de los mencionados Audi y BMW, le falta constancia y linealidad. No todo iban a ser elogios por mucho que me haya gustado, al César lo que es del César. Hace el 0-100 km/h en más de 6 segundos.
Los mencionados rivales bajan de 6 segundos. La punta autolimitada es la misma, 250 km/h, suficiente para el 99% de la gente. En algo se tenía que notar que no es un auténtico Premium,pero ya va a rebufo de ellos costando 15.000-20.000 euros menos, y eso sin igualar equipamiento…
El Insignia OPC no es un modelo radical, es muy marchoso. Quien quiera radicalidad, que se mire un Vectra OPC de segunda mano, que eso sí que era subvirador o sobrevirador a placer. El Insignia es mucho más neutro y aplomado, da una tremenda sensación de control al conductor ysus límites no son fáciles de tocar.
Además, con las apisonadoras asfálticas de 20 pulgadas que llevaba mi unidad de prensa, el coche iba sobre raíles incluso en horquillas que o las tomas en segunda o te matas. Si el coche empieza a insinuar descontrol, es que el conductor ya está muy descontrolado per se. El Vectra OPC no puede seguirle.
Otro punto en el que no parece demasiado deportivo es el de la resistencia de los frenos a la fatiga. Si se baja un puerto a un ritmo muy vivo, empezaremos a percibir el pedal del freno más blandito, antes de empezar a notar fading. Es una especie de aviso de que ya habido suficiente diversión.
El tacto del volante, pedales y cambio me ha gustado mucho, está en línea de los mejores, incluso de rivales más reputados. Este bastidor aguanta perfectamente más de 300 CV, ahí se nota lo bueno o regular que es un coche. Al Vectra lo cierto es que 280 CV le venían un poquito sobrados, este los tolera mejor.
Cuando se pulsan los botones Sport u OPC notamos cambios en el coche: la suspensión, dirección, motor… se vuelven más vivos. Del modo Sport a OPC hay poca diferencia, se nota más el salto desde el modo normal. Eso sí, no es un salto muy impactante, en otros Opel la diferencia es más acusada.
Es decir, en modo OPC se puede ir con la familia por autovía, a ritmo legal, sin bajarse con las vértebras dobladas, y hasta consumir moderadamente. Supongo que va en la línea de no hacer el coche demasiado radical, ni aunque se le pida. Encuentras más radicalidad en el Zafira OPC, garantizado.
A ritmo tranquilo gasta como un V6, 10 litros o menos, pero como te de por pisarle, bebe como un V8. He sido capaz de hacer desaparecer un cuarto de depósito en un cuarto de hora (sin terminar de ir a saco), creo que las medias serían de 30 l/100 km o por ahí. En zona urbana gasta mucho, oficialmente 17 l/100 km…
A ver, si te compras un coche así, el consumo debería darte igual, pero es un motor comparativamente sediento en conducción deportiva. La media que me ha hecho (incluyendo puertos) es de 12,3 l/100 km. En conducción muy tranquila he conseguido dejarlo en 7,4 l/100 km en un recorrido mixto a 84 km/h de media.
No hice pruebas a alta velocidad, eso ya lo hice en Alemania con un motor inferior, pero que también corría mucho. Incluso a 200 km/h el Insignia es un coche muy sólido y que se nota que se ha diseñado para ofrecer comodidad a esas velocidades, se nota el ADN alemán.
En cuanto a ruidos… es bastante silencioso en crucero, la diferencia entre 120 y 160 puede ser muy difusa para quien no mire el velocímetro. Sí se nota cuando se acelera fuerte, puede llegar a escucharse el zumbido del turbocompresor, pero no es especialmente llamativo en ese sentido tampoco.
La versión berlina/sedán, que también la he conducido brevemente, me pareció algo más ruidosa a más de 120 km/h. En el familiar no se nota esa turbulencia que ubico detrás del conductor, se le puede comparar en sonoridad, tranquilamente, con Audi, BMW, Lexus, Infiniti o gente de esos estratos.
Dejando a un lado esta cuestión, hablemos de lo racing. El ordenador incorpora instrumentación para los gourmets: presión del turbo, temperatura y presión de aceite, cuentavueltas (circuito) y tabla de tiempos. Me habría gustado meterlo en circuito, pero no pudo ser. Es ideal para tandas…
... mientras tu pareja y tus hijos se toman un refreso en el paddock. También es un coche que invita a la conducción responsable. Si tiene el Opel Eye, nos recuerda todos los límites de velocidad según lee las señales, incluso algunos que no sabías “ni que existían” (ve más señales que uno mismo).
El Opel Insignia OPC es un coche muy divertido, y hasta utilizable en el día a día, pero si tienes una buena situación económica. Con 70 litros de depósito, llenar desde reserva te sale por más de 75 euros… y con ellos haces poco más de 500 kilómetros. Si miras el consumo, olvídate y compra un CDTI.
Suena muy bien, es relativamente rápido, transmite deportividad y placer de conducción, especialmente si amas la gasolina, pero prepárate para sufrir. Menos mal que solo es un 2.8 V6… Podría ser peor, el Audi S4 (B7) consumía 13,3 l/100 km con su V8 de 344 CV. Ojito, que el Vectra OPC consumía menos, 10,5 l/100 km.
Las versiones berlina y sedán ofrecen prestaciones levemente superiores y un poco menos de consumo, pero los comentarios van en la misma línea. Otros rivales a tener en cuenta son el Infiniti G37, Volkswagen Passat R36 y el Cadillac CTS 3.6 V6, todos más caros. De hecho, el Insignia OPC es el coche de su tamaño y potencia más barato del mercado.
Y no hagáis la lectura de “barato” por “malo”. No es “el mejor”, pero en relación a su precio, es un producto muy bueno, pero puede ser mejor aún. Coches como este le quitan sentido a la lucha de clases, al menos, automovilísticamente hablando. Eso de poder toserle a coches más caros…
Opel Insignia Sports Tourer OPC, prueba (parte 3)
OPC significa algo más que estética, como hemos podido ver en las dos partes anteriores. En este caso, el paquete deportivo va en serio, y no se puede añadir en otros Insignia inferiores, aunque pueden aproximarse bastante. Por ejemplo, su chasis deportivo es el más rebajado de la gama y es exclusivo.
Cuenta con la mejor tecnología disponible para este modelo. De acuerdo, hay algún que otro extra, pero en general está fuertemente equipado y el precio está más que justificado. Cuesta más del doble que un Opel Insignia básico, 41.575 euros si es familiar, o 39.725 euros si es sedán o berlina.
El Sports Tourer (familiar) se elige por la versatilidad, fundamentalmente. Es el Insignia OPC más tragón y con peores prestaciones, debido al peso. El sedán pesa 1.810 kg, la berlina 1.825 kg y el familiar ¡¡1.940 kg!! El motor de 325 CV está considerablemente lastrado y es una de sus principales taras.
Equipamiento
Antes de seguir, hay que hacer un análisis crítico. Va muy equipado, y eso significa peso. Por eso pensar en el Insignia como un vehículo tremendamente dinámico es un error, un “quemao” se divertirá mucho más con un Subaru Impreza STI, más aligerado en todos los sentidos. Aquí la comodidad pasa factura en la báscula.
Prácticamente no vamos a echar nada de menos en este coche. La lista de elementos de serie es bastante larga, así que destacamos los cambios estéticos, tracción total, chasis deportivo con Flexride (permite cambiar configuración en marcha), ordenador, climatizador bizona, tapicería mixta, etc.
La radio de serie, CD 300, admite MP3 y un disco compacto. Por encima tiene navegadores, en versión CD o DVD, que pueden acompañarse del mejor sistema de sonido, firmado por Infiniti (el de mi unidad). Si eso es demasiado, pues basta la radio CDC 400 con cargador de seis unidades y lectura de MP3, con siete altavoces como mínimo.
No tiene freno de mano, lo siento por los drifters. Se quita automáticamente, pero hay que echarlo manualmente en algunos supuestos. La ruedecita giratoria, que comanda el navegador/teléfono, es deliciosa, una vez que se le pilla el tacto y uno se acostumbra, ayuda a no distraerse. Para el copiloto está bien situada también.
No tiene rueda de repuesto en ningún caso, equipa un sistema de reparación de pinchazos tanto con 19 como con 20 pulgadas. Los sensores de aparcamiento se pagan aparte, 525 euros. Los asientos de cuero perforado, siendo los delanteros con ajuste eléctrico, calefacción y ventilación, otros 2.274 euros.
Esta unidad tiene los faros adaptativos AFL plus con xenón. Tienen un montón de funciones distintas, el conductor lo que percibe es que casi siempre ve perfectamente, da igual lo que esté haciendo. Este extra supone algo más de 1.000 euros, pero lo recomiendo encarecidamente.
Las cortinillas de las puertas traseras cuestan 162 euros. Es un detalle bastante cutre, por esa miseria que las pongan de serie. También hay que pagar aparte 119 euros por un enchufe de 230 V en las plazas traseras (consola, portátil, etc).
También hay que pasar por caja para tener el sistema de división del maletero Flex Organizer, o la red de seguridad si nos da por tener un perro. La alarma también es opcional… ¿quién quiere un coche así sin alarma? Que me lo expliquen. El techo solar también es opcional.
Aunque diga como un loro opcional, opcional… lo importante sí lo tiene de serie casi todo. Como igualemos equipamiento en un Premium lo vamos a flipar. Por otra parte, no tiene tantas opciones como ellos. Pero pasemos sin más dilación al equipamiento de seguridad del coche.
Seguridad
Evitando anticipadamente que pierda el hilo, os cuento lo que NO viene de serie:
Cámara Opel Eye (541,41 euros): Reconoce las señales de velocidad (verticales, tanto señales como paneles) y las de adelantamiento, con bastante precisión. A veces confunde la señal de fin de obras como la de “pista libre” (fin de límites) que hay en Autobahn. Se nota que le gusta correr… ¿Quieres saber más?
Asistente de mantenimiento de carril: Sin intermitente, si giramos y pisamos líneas viales, pitará. No pita si estamos en un puerto a lo bestia, apurando los carriles, el coche sabe que lo hacemos conscientemente, por eso no avisa. Va junto al Opel Eye.
Faros de xenón AFL, adaptativos, con luces diurnas LED (1.082,82 euros): Además de lo ya comentado, las luces de cruce se encienden solas, así que en este coche nos podemos olvidar de las luces en general. No tiene antinieblas delanteros.
Sensor de presión de neumáticos (216,56 euros)
Todo lo demás va incluido. Tiene una excelente dotación de seguridad y está totalmente al día. Aunque el familiar no se ha probado en EuroNCAP, los resultados del sedán son extrapolables. Obtuvo cinco estrellas (2009) y el único aspecto en el que cojea un poco es en el de protección de peatones (40%).
La puntuación de seguridad activa es alta, ya que tiene ESP en toda la gama de serie y avisadores de abrochado de cinturón en las plazas delanteras. Le ha faltado tener limitador de velocidad, el control de crucero sí lo tiene de serie en esta versión. La protección infantil es buena (79%) y la de ocupantes, excelente (94%).
El Opel Insignia mejoró bastante la calificación del Opel Vectra, que ya acumulaba unos añitos con cuatro estrellas, y eso con el baremo antiguo. Con el de 2009 igual no habría llegado a cuatro y se habría quedado con tres, ya que ahora pesan más otros sistemas de los que carecía de serie.
Aunque hablamos de un pepinazo y un coche al que hay que tenerle respeto conduciendo, en realidad es bastante seguro, si se vuelve inseguro, es más cosa del conductor que de él. Gracias al Opel Eye las multas por exceso de velocidad son 100% voluntarias, ya no se puede decir “es que no vi la señal”.
Cada vez que lee un límite de velocidad, lo indica en la pantalla en el momento exacto que el coche alcanza la señal, cada vez y por unos segundos. No da ninguna advertencia más, así que no se vuelve muy cansino. Es una ayuda, pero no reemplaza a la atención de un conductor responsable.
Otro detalle que me ha gustado es que es imposible despistarse con el tema de la desconexión del airbag de pasajero. Tanto si está puesto como si no, se ve en el tablero. Si alguna vez se ha quitado el airbag para llevar una sillita infantil, olvidarse de dejarlo como estaba no es una opción.
INFO MOTORPASION
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Mar 14 Mar 2023, 12:18 por osky63
» Año Nuevo 2023
Jue 29 Dic 2022, 07:49 por jal
» Problema velocimetro y tacometro dti 99
Lun 19 Dic 2022, 10:16 por cristian
» solución ruido en las mordazas del cruze
Miér 27 Jul 2022, 21:55 por nicovectra
» Cambie la luz trasera de freno y la computadora sigue diciendo que no anda
Miér 11 Mayo 2022, 13:18 por lordgabb
» No ARRANCA....HELP !!!
Miér 26 Ene 2022, 12:21 por dogalo
» He vuelto!
Miér 15 Dic 2021, 19:41 por S_e_b_a
» Compro optica delantera - conductor por acrilico
Sáb 11 Dic 2021, 00:35 por S_e_b_a
» MID no muestra info del stereo
Lun 03 Mayo 2021, 14:50 por -MARTIN-