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Chevrolet Cruze 2.0 VCDi 150 CV, prueba (Parte I y II)
Desde que el marzo de hace un año acudiéramos a la presentación del Chevrolet Cruze me llamó mucho la atención este modelo, y desde aquella intenté hacerle un hueco en nuestras pruebas porque realmente es un modelo que cuenta de partida con dos interesantes características: el tamaño y el precio de esta berlina media.
Para los que no estén familiarizados con la marca perteneciente a General Motors, el Cruze es el primer modelo de la era Chevrolet lejos de su filial Daewoo y el primer modelo de la firma de carácter global, es decir, que también se va a comercializar fuera de Europa sin recibir apenas cambios. Lo primero que noté cuando lo presentaron es que el cambio con el anterior Nubira era como del día a la noche, apenas las proporciones me recordaban al anterior modelo porque en diseño y acabados era claramente superior el nuevo Cruze situándose al nivel de cualquier berlina media europea, además de contar con un equipamiento preparado para competir en el mercado europeo (fue el primer modelo de la marca Chevrolet en contar con navegador integrado).
Por tanto este nuevo Chevrolet Cruze tenía todas la características para convertirse en un modelo para ponerlo a prueba, y así hemos echo y nos hemos puesto al volante de un Cruze equipado con el motor de dos litros diesel y 150 CV, así como, con el nivel de equipamiento más elevado el LT. Como es costumbre en nuestras pruebas comenzaremos hablando de este motor diesel de 150 CV.
Este motor 2.0 VCDi de 150 CV es de procedencia GM-DAT, es un motor que comparte con el Chevrolet Epica, Captiva y el Antara (la excepción de Opel), está desarrollado por la conocida Detroit Diesel y VM Motori (firma particionada por GM). Hay que diferenciar los motores de Opel, puesto que los diesel CDTi son también de nuevo desarrollo pero de origen Fiat.
Se que muchos de vosotros cuando llegaron los primeros modelos diesel de Chevrolet TDCI de 121 CV al escuchar que tenían origen VM Motori se levantaron muchas voces escepticas, pero he de recordar que actualmente VM Motori no es más que una firma particionada por General Motors y que poco tiene que ver con los antiguos motores que salían de estas instalaciones italianas hace años y que tan mala fama tuvieron.
Me gustaba aclarar muy bien la procedencia del motor, porque me he encontrado con escépticos cuando me han preguntado el origen del motor y he comentado que era desarrollado por VM Motori. Continuando con el análisis del motor, hay que decir que tiene mucha fuerza pero la respuesta a bajas vueltas no es muy buena que digamos y hace que tengamos que adecuarnos al cambio. El Cruze responde desde las 1.400 r.p.m. (o mejor dicho empieza a despertar) teniendo todo su potencial a las 2.000 r.p.m. y contando con un buen par motor de 320 Nm que mueve con mucha soltura a esta berlina media.
La velocidad máxima con este motor es de 210 km/h una buena cifra, si bien, la aceleración de 0 a 100 en 10 segundos no es de las mejores, pero está bastante bien para una berlina media.
Donde más se nota la carencia a bajas vueltas de este motor es en los cambios, porque por ejemplo de 1ª a 2ª tenemos que subirlo de revoluciones (a unas 3.000 r.p.m.) antes de realizar el cambio porque sino se nos queda muerto al cambiar a segunda marcha. Una vez acostumbrados al coche y al cambio podremos sacarle todo el partido a este potente motor que tiene un funcionamiento bastante suave, sin ir más lejos he probado motores diesel de similar potencia de otras marcas y son más bruscos.
En cuanto al cambio es de solo cinco relaciones, recuerdo perfectamente como cuando se presentó muchos de los compañeros que estábamos alli echaban en falta una sexta marcha en autopista. Durante la prueba no he necesitado demasiado una sexta marcha, porque han conseguido unos desarrollos del cambio bastante largos y en autopista a velocidades de 110 km/h o 120 km/h rondamos las 2.000 r.p.m. en 5ª. Por tanto los desarrollos compensan esa ausencia de una sexta marcha, pero podria haber venido bien para reducir algo los consumos.
En confort de marcha interior es bastante bueno y las suspensiones están orientadas cara el confort manteniendo una estabilidad bastante buena, además debemos recordar que el Cruze cuenta con el ESP de serie en todas sus versiones. La pega que le encontré al comportamiento y a la estabilidad fueron los neumáticos que no eran las mejores para favorecer la estabilidad y empañaban un buen comportamiento del vehículo.
Eso sí, el Cruze está orientado cara una conducción tranquila y pese a su aspecto o motor de 150 CV no tendremos experiencias deportivas al volante, pero al tratarse de una berlina media no es lo que busca.
Los frenos del Chevrolet Cruze también actuaban de manera correcta, pero he notado el tacto del pedal algo esponjoso y el ABS se accionaba rápidamente, también me imagino que los neumáticos que montaba tenían algo que ver, pero en algunas frenadas era fácil que las ruedas derraparan algo al frenar en situaciones sin complicaciones aparentes, pero básicamente es cuestión de hacerse con el tacto del pedal.
Y por último nos queda el apartado de consumos, este motor diesel no destacan por la gran economía de uso, pero al menos es un motor diesel, algo necesario en cualquier marca a día de hoy en España. Este dos litros VCDi en autopista a unos 120 km/h tuvo un consumo medio de 5,5 litros a los 100 km. En recorridos por ciudad y carretera nuestro consumo medio durante la prueba se situo en 7,5 litros (50% ciudad - 50% carreteras secundarias) un consumo que no es muy elevado, pero que hay sin duda cifras mejores en el segmento. Para aquellos que quieran ir a un motor menor tenemos disponible el 2.0 VCDi de 125 CV, pero la diferencia es de precio porque guiándome por los consumos oficiales hay apenas 0,2 litros de diferencia con el motor de 150 CV.
En la segunda parte de la prueba os traeremos todo lo relativo a diseño del Chevrolet Cruze, así como hablar de su espacio interior (una de sus mejores virtudes) y de los materiales interiores y diseño que también es un cambio dentro de la marca Chevrolet.
Llegamos a la segunda parte de la prueba del Chevrolet Cruze, equipado con un propulsor diesel de 150 CV. De este motor 2.0 VCDi de 150 CV asociado al cambio manual de cinco relaciones ya os hemos hablado en la primera parte de la prueba y ahora nos toca meternos con el diseño del Cruze y con su espacio interior.
En esta segunda parte de la prueba es donde más destaca el Cruze, porque han conseguido un vehículo con un diseño atractivo y alejado de los míticos diseños de la era Daewoo, manteniendo un buen interior con espacio suficiente, así como un generoso maletero. También nos va a sorprender el interior del Cruze, porque cuenta con un significativo aumento de calidad (con referencia al Nubira) y además con un diseño que hasta ahora no habíamos visto en los modelos Chevrolet.
Como ya comenté el Cruze es el primero modelo de la firma que cuenta con una plataforma global, para vender en los tres continentes. Es una berlina media de un gran tamaño, con 4,6 metros de largo y los diseñadores han trabajado para darle un carácter deportivo y sobretodo personalidad al diseño. En el frontal nos encontramos la gran cruz de Chevrolet (presente en los nuevos modelos de la marca) y unos faros rasgados que alimentan esa deportividad.
Si nos paramos a ver el Cruze desde el lateral vemos una firme linea de diseño que recorre todo el lateral del coche y unos anchos pasos de rueda. La parte trasera mantiene un diseño más tradicional, con faros circulares similares a los del Epica. Nuestro Cruze llevaba el nivel de equipamiento más completo, LT, y por tanto contaba con las llantas de 17 pulgadas, mientras que de serie viene con unas llantas de 16 pulgadas, más que suficientes para esta berlina.
Por otro lado nuestro modelo equipaba unos neumáticos Kumho con medidas 225 / 50 R17, estos neumáticos de origen Coreano no eran los ideales para esta berlina y mucho menos para el motor de 150 CV. Los Kumho son conocidos por el precio, pero personalmente el agarre que tienen en mojado no es muy bueno que digamos y para motores algo potentes deslucen en funcionamiento del coche.
Diseño interior, habitabilidad y calidad de los materiales
Cuando pasamos al interior de este Chevrolet lo primero que resalta es la consola central, con un diseño moderno y que rompe lo visto en otros modelos de la marca. La radio pasa a estar incorporada y nuestro caso contaba con cargador de 6 CD’s y lector de MP3 (equipamiento de serie en el acabado LT).
Los acabados ganan mucho en calidad, pese a que sigue habiendo mucho plástico, está a la altura de los compactos del segmento y dista mucho de lo que era el Nubira. Los mandos de la climatización, del la radio o la botonería en general tienen un tacto agradable, muestra de esto, es que muchos mandos los comparte con Opel (volante, mandos de las luces,….).
Los mandos los tenemos prácticamente todos a mano, el volante lleva también funciones de cruise control y control del audio, por otro lado, los únicos mandos que se nos quedan algo más a desmano son los de la climatización. La instrumentación (con un diseño de tres esferas con tintes deportivos que me recuerdan al Insignia) cuenta con una pantalla interior que nos muestra la información del ordenador de abordo (velocidad media, consumos, km…) y que podemos controlar desde los mandos de los intermitentes y limpias.
Cuando nos sentamos encontramos una buena postura de conducción, con unos asientos cómodos que cuentan con una buena sujeción lateral. La visibilidad es buena a excepción de la lateral, puesto que, el contar con un grueso pilar central no ayuda mucho. En nuestro caso los asientos eran de piel, es un extra que incluye asientos de piel y calefactados. Pese a que le aporta un grado de distinción al Cruze, es un extra bastante prescindible.
Por otra parte tenemos las plazas traseras, que cuentan con bastante espacio para dos ocupantes que viajaran de forma holgada (incluso tres de manera cómoda), cuenta con una buena altura para la cabeza y suficiente espacio para los pies. Un detalle a mejorar es la ausencia de salidas de aire para las plazas traseras, a estas alturas es un elemento necesario y más en una berlina de este tipo, sobretodo cuando cuentan con una toma de 12 voltios y no con las salidas de aire.
Otro de los detalles por los que destaca el Cruze son los huecos, puesto que tenemos bastantes repartidos por el habitáculo, desde un portagafas, una guantera en la parte superior de la consola central (muy práctica la situación), una mini guantera bajo el volante, portabebidas en el tren central y unas guanteras en las puertas de un tamaño considerable para guardar nuestras cosas.
La guantera del coche tiene un tamaño más bien pequeño, pero con los demás huecos se compensa bastante bien, incluso en el lado del acompañante cuenta con una especie de bolsa pegada al tren central para dejar más cosas y por último también tenemos el cofre central (donde va una entrada aux y en el caso de equiparlo, USB). Me ha gustado especialmente el detalle de huecos, para ser una berlina media cuenta con bastantes detalles prácticos.
Por último nos toca hablar del maletero, que tiene una capacidad de 450 litros, una muy buen tamaño que nos permitirá sacarle partido porque además cuenta con unas formas regulares. Bajo el maletero tenemos la rueda de repuesto, de tamaño normal, un alivio ver este tipo de cosas en los coches, sobretodo ahora que están de moda los kits y ruedas de emergencia que poco solucionan en caso de un pinchazo gordo.
En general el espacio interior es un punto importante del Chevrolet Cruze, desde el espacio para las plazas delanteras, traseras o el propio maletero. Después de haber revisado el interior del coche y su diseño nos queda en la tercera parte hablar del equipamiento y los precios (otro punto fuerte del Cruze).
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