¿POR QUÉ LOS CHICOS TOMAN RIESGOS INNECESARIOS?
LOS ADOLESCENTES Y SU RELACIÓN CON LOS ALTOS ÍNDICES DE ACCIDENTES DE TRÁNSITO
La noche, el alcohol y la velocidad son los compañeros excluyentes de los adolescentes que, cada fin de semana, deciden pedirles el auto a sus padres y salir con sus amigos. La gran cantidad de menores a bordo de los vehículos suma una preocupación más, ya que son éstos los que en general incentivan al conductor a poner un pie en el acelerador.
En ese sentido, la psicóloga Beatriz Goldberg, autora de los libros Cómo estimular al adolescente de hoy y Tengo un adolescente en casa. ¿Qué hago?, aseguró a Infobae.com: "Todo tiene que ver con la sensación de vivir el riesgo constante. Es una cuestión innata del adolescente la de probarse y probar hasta dónde puede llegar, cómo se siente y cómo se sienten los demás".
Por otra parte, la especialista remarcó la necesidad que tienen los menores de buscar "el límite y la trasgresión". "El adolescente busca siempre la aprobación social de sus pares", explicó.
A esa edad, experimenta "sensación de veneración, de búsqueda de líderes, de quien apuntala un camino nuevo", y es por eso que se arriesgan a los peligros de la velocidad para convertirse en modelos a seguir. "Es muy importante para ellos ser queridos. El tema es con qué valores quieren ser queridos", señaló.
Según el CESVI (Centro de Experimentación y Seguridad Vial), en la Argentina la franja horaria 0-6 de la mañana triplica el riesgo de sufrir un accidente de tránsito respecto al resto del día, no sólo porque conducir de noche requiere mayor destreza, sino también porque los adolescentes, en las salidas nocturnas, suelen ingerir alcohol y distraerse con sus compañeros o ser incentivados a tomar riesgos innecesarios.
¿Qué deben hacer los padres?
El CESVI difundió una serie de consejos prácticos para que los padres de adolescentes colaboren, desde su lugar, en la reducción de los accidentes protagonizados por menores y ayuden a evitar así la tragedia.
- Cuidar las compañías: los adolescentes no usan tanto los cinturones de seguridad y buscan deliberadamente emociones tales como la velocidad. Ni la formación ni la educación cambian esas tendencias; los compañeros suelen tener una fuerte influencia en el conductor.
- Conozca la ley: sepa bien las restricciones de los que son novatos al volante. Aplique las reglas.
- Limite el conducir de noche: en la Argentina, la mayoría de los accidentes mortales ocurren entre las 0 y las 6 de la mañana. Por lo tanto, procure que sus hijos no manejen de noche. Las salidas nocturnas suelen tener como fin último la diversión, y hasta los adolescentes que generalmente siguen las reglas pueden fácilmente distraerse o ser incentivados a tomar riesgos.
- Limite los pasajeros: la cantidad de adolescentes en un vehículo puede distraer al conductor novato y llevarlo a arriesgarse más.
- Supervise las prácticas: participe activamente cuando su hijo está aprendiendo a conducir. Planifique una serie de sesiones de práctica en una variedad de situaciones, inclusive el conducir de noche. Permita que los novatos dispongan de tiempo para aprender cómo manejarse cuando hay mucha circulación o en las autopistas. La práctica supervisada debería extenderse sobre un período de seis meses.
- Usted da el ejemplo: los conductores nuevos aprenden mucho con el ejemplo y es importante que usted practique el conducir en forma segura. Los adolescentes con colisiones o infracciones son a menudo los hijos de padres que tienen antecedentes pésimos al volante.
- Cinturón de seguridad: acuérdese que el uso del cinturón es menor entre adolescentes que entre personas mayores.Insista siempre en su implementación.
- Después de beber: prohíbale manejar en esas condiciones. Explique claramente que es ilegal y muy peligroso cuando un adolescente conduce después de beber alcohol o tomar cualquier droga.
- Seleccione vehículos conforme a la seguridad: los adolescentes deberían conducir vehículos que reducen la posibilidad de colisiones y ofrecen protección en caso de un choque. Por ejemplo, los automóviles pequeños no ofrecen la mejor protección en una colisión. Evite vehículos que puedan proyectar una imagen deportiva y puedan dar ganas de conducir a altas velocidades.
"Papá, me llevo el auto" y los problemas de los adolescentes al volante.
Muchas salidas terminan en desgracias. Según explicó a Infobae.com Jorge Rizzo, presidente del Colegio Público de Abogados de la Ciudad, "cuando el perpetrador tiene menos de 21 años, corresponde a los padres hacerse cargo de las consecuencias".
"De acuerdo a lo que establece el artículo 1.113 del Código Civil, son los padres los que responden por los hijos en estas situaciones", señaló. Este párrafo, agregado por la Ley 17.711, estipula que "la obligación del que ha causado un daño se extiende a los daños que causaren los que están bajo su dependencia".
En el mismo sentido se manifestó Gustavo Brambati, subgerente de Seguridad Vial del CESVI (Centro de Experimentación y Seguridad Vial), al ser consultado por este medio. "Para poder conducir, el menor de 18 años tiene que tener la autorización del padre, por lo tanto la responsabilidad del daño es del padre, aunque el menor tenga registro", explicó.
Por otra parte, Rizzo aclaró que el seguro cubre sólo a los pasajeros para los que tiene capacidad el vehículo, lo cual "depende del modelo". Y remarcó: "Casi siempre son muchos (los adolescentes) que van arriba del auto" al momento de los accidentes.
"El seguro no los cubre, cubre sólo la cantidad de plazas para las cuales está habilitado el vehículo", agregó Brambati. Según señaló, es el manual de usuario del rodado el que establece el número de ocupantes, a través de los cinturones de seguridad y los apoya cabezas, entre otros elementos. "Si se excede no estaría cubierto. Y también se tendría que hacer cargo el padre" de los daños, resaltó.
El directivo explicó que a los responsables de adolescentes habilitados para conducir la compañía aseguradora posiblemente les ofrezca una póliza mucho más costosa. "En Europa el adolescente paga más porque genera más riesgo. Pero acá no se cubre a la persona sino al auto. Entonces, a algunas no les interesa u otras cobran mucho más caro hasta que el propietario demuestre que tiene una conducta buena", señaló.
"Hoy la tendencia es tratar de definir cuál va a ser el conductor para hacer una póliza a medida. No hay algo específico para jóvenes. Además, ningún seguro cubre cuestiones fuera de lo legal, como los conductores con alcoholemia positiva ni a jóvenes sin registro", finalizó Brambati. Es por ello que no se puede determinar, a priori, qué seguro es mejor en estas situaciones.
Las cifras
Los análisis del CESVI son contundentes: la tasa de menores de 35 años implicados en choques es mayor a la del resto de los grupos etáreos. Ésta alcanza el 25%. Entre ellos, sobresalen los conductores de 16 y 17 años.
En la Argentina la franja horaria 0-6 de la mañana triplica el riesgo de sufrir un accidente de tránsito respecto al resto del día, no sólo porque conducir de noche requiere mayor destreza, sino también porque los adolescentes, en las salidas nocturnas, suelen ingerir alcohol y distraerse con sus compañeros o ser incentivados a tomar riesgos innecesarios.
Debate por los jóvenes al volante
Especialistas consultados por lanacion.com expusieron alternativas para revertir los riesgos; estiman que el 19% de los muertos en accidentes tienen entre 16 y 24 años
Consultados por lanacion.com , especialistas esbozaron distintas alternativas frente a esta situación, como implementar cambios en los sistemas de evaluación, elevar la edad para sacar las licencias e incorporar la educación vial como materia en la escuela.
"Se trata de una franja de conductores pequeña que genera una desproporcionada cantidad de accidentes", sostuvo Gustavo Brambati subgerente de Seguridad Vial de Cesvi, asociación que dio a conocer un informe según el cual los adolescentes se ven involucrados en choques con mayor frecuencia que los grupos etáreos de más de 35 años.
"Los exámenes deberían detectar el nivel de madurez del que aspira a conducir. En España, por ejemplo, existe una batería de tests psicológicos que evalúan distintas conductas y habilidades", explicó.
"La falta de madurez genera una falsa estimación del riesgo, que provoca los accidentes", agregó.
De acuerdo con la asociación civil Luchemos por la vida, el 19% de los muertos en accidentes de tránsito en nuestro país tienen entre 16 y 24 años. Su presidente, Alberto Silveira, sostuvo que el registro debería otorgarse desde los 18 y no desde los 17, como se dispuso en 1995.
"Es necesario adoptar un programa de licencias graduales", destacó y refirió experiencias de otros países donde los adolescentes no pueden manejar de noche, por autopistas o sin estar acompañados por adultos.
También destacó el papel de los padres. "Deben acompañar a sus hijos en las primeras horas de conducción y saber que pueden revocarles la licencia (a los menores de 21) si nos los consideran aptos", dijo.
A tono con Brambati, indicó que deberían profundizarse los exámenes. "Nosotros presentamos una propuesta que incluye 100 items a evaluar, para que no queden al libre criterio del que toma el examen práctico", comentó.
Por último, Daniel Sassi Avila, asesor de la Comisión de Tránsito y Transporte de la Legislatura porteña, fue más allá del informe de Cesvi y aseguró que los accidentes de tránsito "son la principal causa de muerte en la Argentina".
Asimismo, destacó la necesidad de incorporar la educación vial como materia en las escuelas, algo que establece la Ley Nacional de Tránsito.
LOS ADOLESCENTES Y SU RELACIÓN CON LOS ALTOS ÍNDICES DE ACCIDENTES DE TRÁNSITO
La noche, el alcohol y la velocidad son los compañeros excluyentes de los adolescentes que, cada fin de semana, deciden pedirles el auto a sus padres y salir con sus amigos. La gran cantidad de menores a bordo de los vehículos suma una preocupación más, ya que son éstos los que en general incentivan al conductor a poner un pie en el acelerador.
En ese sentido, la psicóloga Beatriz Goldberg, autora de los libros Cómo estimular al adolescente de hoy y Tengo un adolescente en casa. ¿Qué hago?, aseguró a Infobae.com: "Todo tiene que ver con la sensación de vivir el riesgo constante. Es una cuestión innata del adolescente la de probarse y probar hasta dónde puede llegar, cómo se siente y cómo se sienten los demás".
Por otra parte, la especialista remarcó la necesidad que tienen los menores de buscar "el límite y la trasgresión". "El adolescente busca siempre la aprobación social de sus pares", explicó.
A esa edad, experimenta "sensación de veneración, de búsqueda de líderes, de quien apuntala un camino nuevo", y es por eso que se arriesgan a los peligros de la velocidad para convertirse en modelos a seguir. "Es muy importante para ellos ser queridos. El tema es con qué valores quieren ser queridos", señaló.
Según el CESVI (Centro de Experimentación y Seguridad Vial), en la Argentina la franja horaria 0-6 de la mañana triplica el riesgo de sufrir un accidente de tránsito respecto al resto del día, no sólo porque conducir de noche requiere mayor destreza, sino también porque los adolescentes, en las salidas nocturnas, suelen ingerir alcohol y distraerse con sus compañeros o ser incentivados a tomar riesgos innecesarios.
¿Qué deben hacer los padres?
El CESVI difundió una serie de consejos prácticos para que los padres de adolescentes colaboren, desde su lugar, en la reducción de los accidentes protagonizados por menores y ayuden a evitar así la tragedia.
- Cuidar las compañías: los adolescentes no usan tanto los cinturones de seguridad y buscan deliberadamente emociones tales como la velocidad. Ni la formación ni la educación cambian esas tendencias; los compañeros suelen tener una fuerte influencia en el conductor.
- Conozca la ley: sepa bien las restricciones de los que son novatos al volante. Aplique las reglas.
- Limite el conducir de noche: en la Argentina, la mayoría de los accidentes mortales ocurren entre las 0 y las 6 de la mañana. Por lo tanto, procure que sus hijos no manejen de noche. Las salidas nocturnas suelen tener como fin último la diversión, y hasta los adolescentes que generalmente siguen las reglas pueden fácilmente distraerse o ser incentivados a tomar riesgos.
- Limite los pasajeros: la cantidad de adolescentes en un vehículo puede distraer al conductor novato y llevarlo a arriesgarse más.
- Supervise las prácticas: participe activamente cuando su hijo está aprendiendo a conducir. Planifique una serie de sesiones de práctica en una variedad de situaciones, inclusive el conducir de noche. Permita que los novatos dispongan de tiempo para aprender cómo manejarse cuando hay mucha circulación o en las autopistas. La práctica supervisada debería extenderse sobre un período de seis meses.
- Usted da el ejemplo: los conductores nuevos aprenden mucho con el ejemplo y es importante que usted practique el conducir en forma segura. Los adolescentes con colisiones o infracciones son a menudo los hijos de padres que tienen antecedentes pésimos al volante.
- Cinturón de seguridad: acuérdese que el uso del cinturón es menor entre adolescentes que entre personas mayores.Insista siempre en su implementación.
- Después de beber: prohíbale manejar en esas condiciones. Explique claramente que es ilegal y muy peligroso cuando un adolescente conduce después de beber alcohol o tomar cualquier droga.
- Seleccione vehículos conforme a la seguridad: los adolescentes deberían conducir vehículos que reducen la posibilidad de colisiones y ofrecen protección en caso de un choque. Por ejemplo, los automóviles pequeños no ofrecen la mejor protección en una colisión. Evite vehículos que puedan proyectar una imagen deportiva y puedan dar ganas de conducir a altas velocidades.
"Papá, me llevo el auto" y los problemas de los adolescentes al volante.
Muchas salidas terminan en desgracias. Según explicó a Infobae.com Jorge Rizzo, presidente del Colegio Público de Abogados de la Ciudad, "cuando el perpetrador tiene menos de 21 años, corresponde a los padres hacerse cargo de las consecuencias".
"De acuerdo a lo que establece el artículo 1.113 del Código Civil, son los padres los que responden por los hijos en estas situaciones", señaló. Este párrafo, agregado por la Ley 17.711, estipula que "la obligación del que ha causado un daño se extiende a los daños que causaren los que están bajo su dependencia".
En el mismo sentido se manifestó Gustavo Brambati, subgerente de Seguridad Vial del CESVI (Centro de Experimentación y Seguridad Vial), al ser consultado por este medio. "Para poder conducir, el menor de 18 años tiene que tener la autorización del padre, por lo tanto la responsabilidad del daño es del padre, aunque el menor tenga registro", explicó.
Por otra parte, Rizzo aclaró que el seguro cubre sólo a los pasajeros para los que tiene capacidad el vehículo, lo cual "depende del modelo". Y remarcó: "Casi siempre son muchos (los adolescentes) que van arriba del auto" al momento de los accidentes.
"El seguro no los cubre, cubre sólo la cantidad de plazas para las cuales está habilitado el vehículo", agregó Brambati. Según señaló, es el manual de usuario del rodado el que establece el número de ocupantes, a través de los cinturones de seguridad y los apoya cabezas, entre otros elementos. "Si se excede no estaría cubierto. Y también se tendría que hacer cargo el padre" de los daños, resaltó.
El directivo explicó que a los responsables de adolescentes habilitados para conducir la compañía aseguradora posiblemente les ofrezca una póliza mucho más costosa. "En Europa el adolescente paga más porque genera más riesgo. Pero acá no se cubre a la persona sino al auto. Entonces, a algunas no les interesa u otras cobran mucho más caro hasta que el propietario demuestre que tiene una conducta buena", señaló.
"Hoy la tendencia es tratar de definir cuál va a ser el conductor para hacer una póliza a medida. No hay algo específico para jóvenes. Además, ningún seguro cubre cuestiones fuera de lo legal, como los conductores con alcoholemia positiva ni a jóvenes sin registro", finalizó Brambati. Es por ello que no se puede determinar, a priori, qué seguro es mejor en estas situaciones.
Las cifras
Los análisis del CESVI son contundentes: la tasa de menores de 35 años implicados en choques es mayor a la del resto de los grupos etáreos. Ésta alcanza el 25%. Entre ellos, sobresalen los conductores de 16 y 17 años.
En la Argentina la franja horaria 0-6 de la mañana triplica el riesgo de sufrir un accidente de tránsito respecto al resto del día, no sólo porque conducir de noche requiere mayor destreza, sino también porque los adolescentes, en las salidas nocturnas, suelen ingerir alcohol y distraerse con sus compañeros o ser incentivados a tomar riesgos innecesarios.
Debate por los jóvenes al volante
Especialistas consultados por lanacion.com expusieron alternativas para revertir los riesgos; estiman que el 19% de los muertos en accidentes tienen entre 16 y 24 años
Consultados por lanacion.com , especialistas esbozaron distintas alternativas frente a esta situación, como implementar cambios en los sistemas de evaluación, elevar la edad para sacar las licencias e incorporar la educación vial como materia en la escuela.
"Se trata de una franja de conductores pequeña que genera una desproporcionada cantidad de accidentes", sostuvo Gustavo Brambati subgerente de Seguridad Vial de Cesvi, asociación que dio a conocer un informe según el cual los adolescentes se ven involucrados en choques con mayor frecuencia que los grupos etáreos de más de 35 años.
"Los exámenes deberían detectar el nivel de madurez del que aspira a conducir. En España, por ejemplo, existe una batería de tests psicológicos que evalúan distintas conductas y habilidades", explicó.
"La falta de madurez genera una falsa estimación del riesgo, que provoca los accidentes", agregó.
De acuerdo con la asociación civil Luchemos por la vida, el 19% de los muertos en accidentes de tránsito en nuestro país tienen entre 16 y 24 años. Su presidente, Alberto Silveira, sostuvo que el registro debería otorgarse desde los 18 y no desde los 17, como se dispuso en 1995.
"Es necesario adoptar un programa de licencias graduales", destacó y refirió experiencias de otros países donde los adolescentes no pueden manejar de noche, por autopistas o sin estar acompañados por adultos.
También destacó el papel de los padres. "Deben acompañar a sus hijos en las primeras horas de conducción y saber que pueden revocarles la licencia (a los menores de 21) si nos los consideran aptos", dijo.
A tono con Brambati, indicó que deberían profundizarse los exámenes. "Nosotros presentamos una propuesta que incluye 100 items a evaluar, para que no queden al libre criterio del que toma el examen práctico", comentó.
Por último, Daniel Sassi Avila, asesor de la Comisión de Tránsito y Transporte de la Legislatura porteña, fue más allá del informe de Cesvi y aseguró que los accidentes de tránsito "son la principal causa de muerte en la Argentina".
Asimismo, destacó la necesidad de incorporar la educación vial como materia en las escuelas, algo que establece la Ley Nacional de Tránsito.
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