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El informe sobre revisiones de seguridad efectuadas en 8.980 vehículos en siete países de América Latina durante el 2010 (Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica, México, Uruguay y Venezuela) arrojan datos curiosos y otros preocupantes e impulsan a “seguir trabajando no sólo para atenuar los riesgos y fomentar la seguridad sino también para reducir el impacto ambiental”.
RADIOGRAFIA REGIONAL
- Uno de cada 7 conductores pone su seguridad en alto riesgo debido a la baja presión de inflado (9 libras por debajo de lo recomendado por el fabricante del vehículo).
- Uno de cada 5 conductores de los principales mercados latinoamericanos conduce habitualmente con baja presión de inflado en por lo menos uno de sus neumáticos (es decir, 7 libras por debajo de lo recomendado por el fabricante del vehículo).
“ La presión de inflado tiene una gran influencia en la resistencia al rodamiento de un neumático y esto es un factor determinante en el consumo de combustible de un vehículo. Dependiendo del tipo de camino y del estilo de manejo, la resistencia al rodamiento representa entre un 18% y un 26% de la energía consumida por un vehículo. Debido a que la baja presión de inflado incrementa la resistencia al rodamiento, esto tiene un efecto directo en el consumo de combustible y en la emisión de gases contaminantes”, indicó Benvenutti al repasar los principales puntos del estudio.
En efecto, las cifras encierran algo más… esa baja presión y aumento de la resistencia al rodado lleva a que se desperdicien innecesariamente 264 millones de litros de combustible por año, lo que equivale a unos u$s121 millones, que a su vez se refleja en un alto índice de contaminación al medio ambiente de 595 millones de kg de CO2 extras.
La baja presión de inflado también causa un efecto negativo en la durabilidad de los neumáticos producto del excesivo trabajo de la banda de rodadura y la flexión de las paredes laterales. Estos dos factores pueden causar una falla en los neumáticos. Como parte adicional del estudio, se encontró que:
- El 6% de los neumáticos revisados mostraron una profundidad de dibujo (estría) igual o inferior a 2mm, y el 2,2% de los neumáticos se encontraban peligrosamente gastados, es decir con 1.6mm o menos de dibujo remanente.
- El 30% de los neumáticos no contaba con el tapón de la válvula que ayuda a mantener al neumático libre de humedad, el polvo y partículas de suciedad; además de prevenir la pérdida de aire.
- El 78% de los conductores acuden usualmente a las estaciones de servicio a revisar la presión de inflado; mientras que sólo el 9% visita centros de servicio especializados. Sin embargo, un diferencial encontrado en los calibradores de las estaciones de servicio reporta 1.33 psi menos, comparado con un calibrador profesional utilizado en centros lo cual afecta la precisión de inflado al efectuarse la calibración de los neumáticos. Por eso recomiendan utilizar el manometro patron y revisar los neumáticos todas semanas y no "a ojo" cada 35 días -tal el promedio en la región.
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- Uno de cada 7 conductores pone su seguridad en alto riesgo debido a la baja presión de inflado (9 libras por debajo de lo recomendado por el fabricante del vehículo).
- Uno de cada 5 conductores de los principales mercados latinoamericanos conduce habitualmente con baja presión de inflado en por lo menos uno de sus neumáticos (es decir, 7 libras por debajo de lo recomendado por el fabricante del vehículo).
“ La presión de inflado tiene una gran influencia en la resistencia al rodamiento de un neumático y esto es un factor determinante en el consumo de combustible de un vehículo. Dependiendo del tipo de camino y del estilo de manejo, la resistencia al rodamiento representa entre un 18% y un 26% de la energía consumida por un vehículo. Debido a que la baja presión de inflado incrementa la resistencia al rodamiento, esto tiene un efecto directo en el consumo de combustible y en la emisión de gases contaminantes”, indicó Benvenutti al repasar los principales puntos del estudio.
En efecto, las cifras encierran algo más… esa baja presión y aumento de la resistencia al rodado lleva a que se desperdicien innecesariamente 264 millones de litros de combustible por año, lo que equivale a unos u$s121 millones, que a su vez se refleja en un alto índice de contaminación al medio ambiente de 595 millones de kg de CO2 extras.
La baja presión de inflado también causa un efecto negativo en la durabilidad de los neumáticos producto del excesivo trabajo de la banda de rodadura y la flexión de las paredes laterales. Estos dos factores pueden causar una falla en los neumáticos. Como parte adicional del estudio, se encontró que:
- El 6% de los neumáticos revisados mostraron una profundidad de dibujo (estría) igual o inferior a 2mm, y el 2,2% de los neumáticos se encontraban peligrosamente gastados, es decir con 1.6mm o menos de dibujo remanente.
- El 30% de los neumáticos no contaba con el tapón de la válvula que ayuda a mantener al neumático libre de humedad, el polvo y partículas de suciedad; además de prevenir la pérdida de aire.
- El 78% de los conductores acuden usualmente a las estaciones de servicio a revisar la presión de inflado; mientras que sólo el 9% visita centros de servicio especializados. Sin embargo, un diferencial encontrado en los calibradores de las estaciones de servicio reporta 1.33 psi menos, comparado con un calibrador profesional utilizado en centros lo cual afecta la precisión de inflado al efectuarse la calibración de los neumáticos. Por eso recomiendan utilizar el manometro patron y revisar los neumáticos todas semanas y no "a ojo" cada 35 días -tal el promedio en la región.
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